Vínculos afectivos a través de la lectura por placer

Transmitir el amor por los libros, compartiendo ratos de lectura en familia, es algo al alcance de todos y que sin duda puede cambiar la vida de nuestros hijos. En una sociedad cada vez más digitalizada, en la que las pantallas han entrado arrasando nuestra manera de comunicarnos y nuestro estilo de vida, hay que hacer un esfuerzo consciente por recuperar momentos de conexión en familia de calma, disfrute y reflexión.

Os dejamos 20 recomendaciones para introducir la lectura por placer en vuestras casas y hacerles a vuestros hijos el mejor regalo: una ventana al mundo y unos recuerdos inolvidables en familia.

Los libros cambian vidas.

Empieza a leer en voz alta a tu hijo cuanto antes. Nunca es demasiado pronto y nunca es demasiado tarde. La voz de la madre transmite calma y seguridad su bebé, además de provocar numerosas conexiones neuronales en sus pequeños cerebros.
Elige libros que fueron significativos para ti en tu infancia, cualquiera que te leyeran a ti de niña o recuerdes con especial cariño. Asegúrate de que te gusta lo que lees y de que disfrutas de la experiencia.
Introduce libros para bebés. Libros de tela, que puedan manipular y morder a su antojo, libros de plástico para la bañera, libros de cartón con ilustraciones grandes o fotografías.
¡Dale vida al libro! Interpreta los libros con pasión e imaginación. Olvídate de la vergüenza y déjate llevar por la historia. ¡Nadie te juzga! Gesticula, pon voces, crea expectación con pausas y cambios de ritmo, sube o baja la voz.
No tengas miedo de las repeticiones. A los niños pequeños les encanta repetir, les da seguridad saber lo que viene después y les divierte saber de antemano qué esperar de la historia.
Escoge un momento tranquilo. Puedes sentarte al bebé en tu regazo e ir mostrándole las páginas del libro, y leerle cuando lo acuestas en su cuna, acompañándole con tu voz.
Atesora el momento del cuento de buenas noches. A medida que se van haciendo mayores, cuida ese momento en el que los niños están a punto de descansar y dejar atrás las preocupaciones del día, es perfecto para relajarse y compartir un momento íntimo alrededor de un libro.
Cuéntales historias de tu infancia. El amor por las historias es la semilla del gusto por la lectura. Créales la necesidad de buenas historias, tirando de tu experiencia personal.
No dejes de leerles cuando empiezan a leer por sí mismos. Aprender a leer y disfrutar de una historia son dos cosas muy diferentes. Mientras los niños se esfuerzan en la decodificación, con textos sencillos, sigamos ofreciéndoles historias complejas y estimulantes.
Interésate por sus lecturas. Cuando empiecen a leer por sí mismos muestra interés por sus gustos literarios, ayúdale a ganar confianza en sí mismo y en sus elecciones. Lee sus libros para poder tener conversaciones de lector a lector con ellos.
Llévalos a visitar una biblioteca o una librería. Haz de estas visitas una experiencia familiar. Tómate tu tiempo para que sea un momento de tranquilidad y disfrute. Déjales que sean partícipes de las elecciones de sus propios libros.
Regálales libros. Que los libros sean un regalo recurrente en cumpleaños, santos y navidades. Puedes celebrar el día del libro regalándoles un libro de su elección. Que te vean regalar libros a otros seres queridos.
Dedícales los libros, poner en ellos lugar y fecha de adquisición y el motivo de su compra. Ejemplo: “Para Bosco de papá y mamá por su noveno cumpleaños. Barcelona 25 febrero, 2022.” Refuerza la idea de que los libros son importantes en vuestra familia.
Ayúdales a crear su propia biblioteca en casa. Es muy importante que tengan su propia selección de libros en casa. No tiene que ser muy grande, pero debe ser accesible para ellos, con libros variados e interesantes en función de su edad y sus gustos.
Comparte con ellos tus lecturas. Cuéntales qué estás leyendo tú, por qué has escogido ese libro y si está cumpliendo tus expectativas. No tengas miedo de compartir si se te está atravesando un libro, te parece aburrido o difícil de leer. Esto les ayudará a no sentirse mal por ello cuando se encuentren con un libro que no les gusta.
No te preocupes si no eres un lector empedernido. Puedes empezar de cero compartiendo estos momentos en familia con tus hijos e ir creciendo juntos en vuestras lecturas. Más adelante puedes introducir un tiempo de lectura independiente en el que cada uno lee, consulta u ojea sus propios libros.
Ofréceles libros de todo tipo. Mientras mayor variedad, mejor. Miremos más allá de los álbumes ilustrados y los libros por capítulos. Hoy en día hay unos libros informativos espectaculares sobre los temas más diversos. No menospreciemos los cómics o los libros de chistes y adivinanzas.
Introduce audiolibros en casa o en el coche. Puedes utilizarlos de fondo mientras juegan tranquilos en su cuarto, y son también una excelente opción (y una alternativa magnífica a las pantallas) para los viajes en coche.
Lleva siempre un libro en el bolso. Puede salvarte de muchos momentos de tedio y frustración en situaciones inesperadas. La sala de espera del pediatra, un atasco en la carretera o un autobús que no llega.
Deja libros en lugares estratégicos. En el baño o en la guantera del coche. Deja libros en sitios donde van a pasar un rato sin otra cosa que pueda distraerlos