Administraciones y profesionales del mundo del agua se reúnen en la Fundación Botín para abordar los retos de la nueva Directiva de Agua Potable
El pasado jueves 9 de junio el Observatorio del Agua de la Fundación Botín organizó un seminario en su sede de C/ Castelló 8, sobre la transposición de la Directiva 2020/2184 sobre calidad del agua para consumo humano en España. Esta Directiva está actualmente en fase de transposición en España, con un borrador de Real Decreto que se espera que se apruebe a finales de este año.
La Directiva plantea mejorar notablemente varios aspectos de la actual normativa sobre el ciclo urbano del agua, como propiciar que se proteja la calidad de las masas de agua que proporcionan agua para consumo humano, reducir las pérdidas en las redes de distribución para mejorar la eficiencia, y asegurar que los ciudadanos estén informados sobre numerosos aspectos del ciclo urbano del agua.
Para abrir la jornada, se contó con la experiencia de dos de los ministerios implicados en la transposición, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y el Ministerio de Sanidad. A través de las ponencias, quedó patente que esta nueva Directiva supone un reto de integración de competencias y sistemas de información al ciudadano. Aun así, la evaluación y gestión del riesgo a lo largo de toda la cadena de abastecimiento es una valiosa oportunidad para reforzar la Directiva Marco del Agua del año 2000.
Todos los expertos y profesionales coincidieron en que la Directiva representa un gran avance para el ciclo urbano del agua pero que, al mismo tiempo, supone un gran esfuerzo económico y administrativo. En este sentido, se remarcó el papel clave de los ayuntamientos, que tienen competencia sobre el abastecimiento y saneamiento, y que a menudo no tienen recursos económicos, humanos y técnicos suficientes para hacer frente a las responsabilidades asociadas a dicha competencia.
Soluciones que se plantaron fueron incentivar el desarrollo de mancomunidades y consorcios para apoyar la labor de los ayuntamientos de pequeños y medianos municipios, y realizar un buen diagnóstico de las necesidades asociadas a la nueva Directiva. En este sentido, muchos coincidían en la necesidad de que los ayuntamientos se planteen subir la tarifa del agua, que actualmente en media es una de las más bajas de Europa y no es suficiente para cubrir todos los costes del servicio prestado. En todo caso, el potencial aumento de tarifa se debería hacer con la precaución de proteger a los colectivos vulnerables.
Para abordar el tema del incremento de precio del agua, los participantes de la mesa redonda (sociedad civil, operadores, Administración Pública) coincidieron en que las tarifas deben de ser finalistas, es decir que lo que se recaude con la factura del agua se utilice solo para mantener y mejorar el servicio de abastecimiento. Otro aspecto esencial está en ser transparente con el consumidor y comunicar cuál es el motivo de la subida tarifaria y cómo se van utilizando los fondos recaudados vía tarifa.
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