Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina de la Fundación Botín: El llamado a servir

Encuentro de la Red de egresados del programa en Cartagena de Indias, Colombia

Puede sonar extraño, pero ¿quién crece si nunca sale de su zona de confort? o ¿si toda la vida se rodea de quienes piensan igual que él y se despreocupa de aquello que afecta a la mayoría?

Hace unos meses tuve la oportunidad de participar en la XIV edición del Programa para el Fortalecimiento para la Función Pública en América Latina de la Fundación Botín. Esta iniciativa, que tiene como objetivo que más de los mejores se dediquen a lo público, siempre fomentando en ellos tres valores fundamentales (integridad, vocación de servicio y proactividad), me permitió sumergirme en una vivencia retadora y transformadora como es el servicio público en nuestra región.

Mi paso por la Fundación Botín ha supuesto todo un ejercicio de introspección y aprendizaje. A partir de esta experiencia, no puedo evitar pensar en tres palabras cada vez que reflexiono sobre el programa: vocación, resiliencia y pasión.

Por su etimología, del latín vocatio, la vocación es una tendencia -muchas veces incomprendida- para hacernos actuar sobre algo que nos interesa o inquieta. ¿Por qué es tan fácil asimilar que alguien tiene vocación por la enseñanza, pero no por el servicio público?

Ese llamado a servir suele ser incomprendido por diferentes razones, lo que sin duda entorpece el propósito de la gestión pública. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), hasta 2018 tres de cada cuatro ciudadanos decían tener poca o ninguna confianza en las instituciones públicas de sus países y, para este 2024, según el informe global del Instituto Edelman, la situación no es alentadora.

A lo largo de estos años he entendido, en primer lugar, que existe una necesidad clara de que América Latina tiene que contar con servidores comprometidos con el desarrollo equitativo, sostenible y coordinado de sus países. Es decir, que más de los mejores dediquen sus talentos para la satisfacción de las necesidades de su entorno. Para ello, resulta esencial saber escuchar con el propósito de actuar a partir de la empatía, la humildad y el compromiso con el bien común. El servicio público encuentra su razón de ser en las personas.

La Fundación Botín me demostró, como tercera enseñanza, que únicamente las personas apasionadas son capaces de seguir su llamada y mantener una actitud inquebrantable ante la adversidad. El Barómetro de las Américas, estudio bianual de la Universidad de Vanderbilt para 2023, mostró un gran desinterés por la participación política entre la población joven. Sin embargo, a través del programa pude conectar con una red de más de 400 jóvenes que, al igual que yo, creen que solo involucrándose es posible fortalecer el servicio público de la región, con la convicción de que el camino debe hacerse con integridad, proactividad y vocación de servicio.

Estoy segura de que aún hay muchos más jóvenes líderes que solo están esperando un impulso para que sus buenas intenciones se conviertan en acciones.

Es difícil explicarle a quienes nos vieron partir que no somos la misma persona de hace un par de meses, cuando aún no habíamos pasado el Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina de la Fundación Botín. Que nuestros miedos, dudas e incertidumbres acerca de si la inclinación por el servicio que decíamos tener al principio, era certera.  Al volver a casa, supe que las siete semanas en el programa habían confirmado que mi vocación por lo público no solo era real, sino imprescindible.

Animo a todos aquellos que se sienten incómodos en la comodidad y que sueñan con un servicio público fuerte e instituciones en las que poder confiar, a participar en la XV convocatoria del Programa abierta hasta el próximo 20 de mayo. Este año se esperan alrededor de 15.000 candidaturas procedentes de 800 universidades de 20 países de América Latina… ¡Ahí lo dejo! No te quedes fuera.

El mejor momento para comenzar a transformar la región es ahora.

Krissia Lorena Flores Navarro (El Salvador), egresada de la XIV Edición PPFFAL



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