Susanne Müller-Using y Gerhild Bachmann reflexionan sobre Educación y Desarrollo sostenible
1 ¿Qué es la creatividad?
Lo que hemos aprendido es que la creatividad es una de las descripciones esquivas de un fenómeno humano que, desde un punto de vista humanista y holístico, esconde un significado mucho más amplio que el de «pensamiento productivo». Nos gustó una definición algo más antigua, pero bastante apropiada, que encontramos en un libro sobre profesores creativos y alumnos creativos escrito por el profesor alemán Gottfried Heinelt en 1974. Su definición describe de una manera muy exhaustiva lo que significa la creatividad: «Entendemos por creatividad aquellas aptitudes, fuerzas y talentos que tratamos de determinar por medio de nociones completas y, en parte, poco exactas, tales como intuición, imaginación, inspiración, ingenio, inventiva, originalidad o (en una formulación más científica), como pensamiento productivo, resolución de problemas e imaginación creadora.» ¿No es cierto esto? Especialmente en el ámbito de la Educación, consideramos que es importantísimo hacer referencia a una forma democrática de definir el término creatividad. Esta definición parte de la presunción de que todas las personas son capaces de actuar y de pensar de manera creativa en todas las esferas de la vida y con arreglo a su propia personalidad individual. Hoy en día, la creatividad es una especie de término moderno aplicado a distintas esferas de la vida (arte/cultura, economía, ciencias, educación y formación, etc.). También es éste el motivo por el que no resulta muy sencillo definir el término de manera precisa y sin ambigüedades.
2 ¿Cuál es el vínculo existente entre la creatividad y la educación para el desarrollo sostenible?
El simple hecho de que la Unión Europea fomente la creatividad y la innovación, por motivos tanto sociales como económicos, demuestra que, cada vez más, se considera a la creatividad como un valioso recurso humano (véase https://www.create2009.europa.eu/ [22.04.2010]). En el discurso que ofreció en la Conferencia de la Learning Teacher Network de 2009, Charles Hopkins, profesor de la Cátedra UNESCO de Educación para el Desarrollo Sostenible en Canadá, definió la creatividad como una importante herramienta para la búsqueda de un futuro más sostenible que él considera directamente vinculado a la innovación y a la resolución creativa de problemas.
Desde un punto de vista pedagógico, se puede decir que una sociedad no puede ser más creativa que sus propios miembros. Los dones y talentos de cada uno de los niños, y más adelante adultos, deben ser reconocidos y valorados de manera que estos niños empiecen a creer profundamente en sus propias capacidades y sientan que son capaces de usar sus dones y talentos para contribuir creativamente en el aula, así como en la sociedad. ¿Pero qué pueden hacer los educadores para conseguirlo?
En la Pedagogía Waldorf se sostiene la idea de que centrarse en tres valores principales que puedan orientar a profesores, educadores y padres y alinear sus métodos educativos, podría ayudar a que los niños se conviertan en personas realmente genuinas y comprometidas en la sociedad. Estos tres valores principales son:
1) Hacer que los niños sientan que el mundo es un lugar seguro (Confianza)
2) Demostrar a los niños que el mundo es un lugar bello (Motivación)
3) Hacer que los niños sepan que el mundo es un lugar real (Sentido)
Como educadores, sabemos que una buena (auto)confianza, una gran motivación para el aprendizaje y una elevada percepción en el sentido del compromiso, sientan la base de unos aprendices buenos y genuinos. Lo que tenemos que pensar cada vez más es cómo influyen nuestra labor docente y nuestras interacciones sobre lo que piensan de sí mismos los niños según adoptemos posturas más comprensivas o más represivas. De modo que el vínculo entre la creatividad y la educación para un desarrollo sostenible podría estar en esta alineación de los valores principales, que apoya el desarrollo del pensamiento libre y perfiles de personalidad comprometida y genuina.
3 ¿Puede enseñarse la creatividad?
Es posible fomentar la creatividad. En este contexto, son importantes las recomendaciones para una docencia y aprendizaje creativos, algo que debería tenerse en cuenta en el trabajo diario en el aula. En 1999, el National Advisory Committee on Creative and Cultural Education (Comité Consultivo Nacional sobre Educación Creativa y Cultural del Reino Unido) formuló numerosas propuestas en el marco de la docencia creativa, centrándose en diversos aspectos, como el diseño del plan de estudios, la evaluación del rendimiento y la formación del profesorado (véase https://www.cypni.org.uk/downloads/alloutfutures.pdf [31-03-2010]). El concepto de «Docencia Creativa» implica la creación de propuestas imaginativas para conseguir un aprendizaje interesante y efectivo. El otro concepto, «Docencia para la creatividad» ayuda a desarrollar el potencial personal y creativo de los alumnos. Esto incluye también la llamada «docencia creativa».
4 ¿Qué tipo de métodos y entornos pueden resultar útiles en la docencia creativa?
Los métodos docentes y de trabajo flexibles y abiertos estimulan especialmente los procesos creativos. Entre dichos métodos se encuentran la docencia abierta y orientada a la acción, el trabajo por proyectos, los programas semanales, el trabajo autónomo y el aprendizaje en el aula. El aprendizaje a través del descubrimiento, la docencia orientada al trabajo por proyectos y el aprendizaje orientado a la acción permiten el desarrollo de un aprendizaje exploratorio e iniciado o dirigido por el propio alumno, al mismo tiempo que fomentan el aprendizaje en red.
Sin embargo, es importante resaltar que la apertura no es un «remedio milagroso» para fomentar los procesos creativos. Una apertura de la situación docente requiere un uso equilibrado, educativo e intencionado de las tareas asignadas y, generalmente, estará determinada por fases establecidas por el docente.
5 Conclusión
El diseño del entorno externo también es importante para la creatividad docente y para el ambiente escolar. Se trata de factores claves y esenciales que influyen en el hecho de que el entorno de aprendizaje sea percibido como un lugar agradable y en el que se recibe apoyo. Se genera un ambiente de aprendizaje agradable, por ejemplo, si cada uno de los alumnos cuenta con el espacio suficiente y se le proporcionan numerosos estímulos en su entorno.
Por último, aunque no por ello menos importante, las formas de enseñanza abiertas y flexibles y una actitud cordial hacia el alumnado, apoyan a los alumnos en sus propias ideas, y consiguen desarrollar y profundizar sus intereses personales. De este modo, se promueven el pensamiento divergente y los cambios de perspectivas, que, a su vez, constituyen una base importante para el proceso creativo.
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