La cooperación a través de un proyecto europeo Erasmus + JR21 Cantabria: Diálogos de la Juventud Rural

En la sociedad actual, dónde en muchas ocasiones no podemos evitar ser un poco individualistas, la cooperación es un valor clave para poder romper esa tendencia y lograr objetivos comunes.

Por ello, me hace ilusión tener un espacio para compartir con vosotros un ejemplo de cómo la cooperación ha estado presente en mi vida a través del proyecto Erasmus + «JR21 Cantabria: Diálogos de la Juventud Rural.»

He crecido en Potes, y crecer en una zona rural implica ver muy de cerca esa cooperación intrínseca que existe en los pueblos, dónde la vecindad y la cercanía son valores del día a día.
Por ello, estudiando Economía y Administración de Empresas, siempre tuve claro que, como parte de mi aprendizaje, debía también buscar la relación entre ambas disciplinas con la ayuda y el refuerzo a esas zonas rurales que me han visto crecer.

En 2021, desde el Grupo de Acción Local de Liébana, se me propuso participar en lo que iba a ser JR21, un encuentro presentado de forma conjunta por los cinco Grupos de Acción Local de Cantabria. En dicho encuentro, jóvenes entre 15 y 29 años de las zonas rurales de nuestra comunidad podríamos compartir unos días con autoridades de diversas instituciones cántabras y dar a conocer así nuestras preocupaciones, ideas o problemas del día a día. Todo ello, enfocado a apoyar la participación activa de los jóvenes en la vida democrática en el entorno rural y también, por qué no, a aportar nuestro pequeño grano de arena a la Ley de Juventud, que se aprobó más adelante.

Hablamos de transporte, comunicaciones, opciones de ocio, conectividad, economía local, emprendimiento y empleo juvenil y, también, de los mecanismos necesarios para que los jóvenes pudiésemos, precisamente, cooperar con la gobernanza en nuestros pueblos y conseguir, en conjunto, las mejores soluciones para todos estos retos.

Este proyecto dio vida a una forma de cooperación, no sólo entre la propia juventud, sino también intergeneracional. Esta última es, a priori, siempre más complicada de obtener, por esas brechas entre las generaciones que conllevan cierta diversidad de opiniones. Pero lo que está claro es que, manejando dicha diversidad, el encuentro entre generaciones es una herramienta muy poderosa para lograr acuerdos realmente fructíferos para el bienestar social y de los territorios.

Para mí fue increíblemente gratificante, además, conocer y compartir experiencias con jóvenes que, sin estar exactamente en las mismas zonas vivían situaciones parecidas. Muchos de ellos habían comenzado, o comenzaron a partir del encuentro, a formar asociaciones juveniles que hacen un gran trabajo en sus territorios y que son un perfecto ejemplo de creación de redes de cooperación, compromiso y amor por su tierra.

En ese mismo año 2021, desde la Unión Europea se estudia la puesta en marcha del Pacto Rural Europeo y, en junio de 2022, se organizan en Bruselas unas conferencias sobre el mismo en las cuales se busca dar a conocer a los grupos de interés y agentes de gobernanza local las claves de la ley. Gracias al proyecto JR21 pude, junto con otros dos jóvenes rurales cántabros, asistir a las mismas. Por supuesto, no dudé en aceptar la invitación.

Fueron dos días intensos en los que asistimos a ponencias de personas con perfiles muy distintos en cuanto a su profesión, su edad, su país de origen o su campo de trabajo. Eso sí, a todos ellos les unía la motivación y el arraigo a esas zonas rurales tan diversas, pero a la vez con problemas tan parecidos, en los distintos puntos de Europa. El principal lema de las conferencias era la necesidad de una visión a largo plazo hacia unas zonas rurales más fuertes, conectadas, resilientes y prósperas antes de 2040.

Por supuesto, mi apunte personal es que, para llegar a esto, es imprescindible un espíritu de cooperación entre los agentes de cada territorio que, además, pueda también traspasar las propias fronteras.

En mi caso, una de las cosas más valiosas de este tipo de encuentros es que, a día de hoy, mantengo el contacto con personas con las que compartí estos proyectos. Por supuesto, continúo manteniendo mi interés por esas iniciativas de cooperación que, gracias al aprendizaje, la conexión con otros y las experiencias que te brindan, te dejan siempre con la sensación reconfortante de haber recibido infinitamente más de lo que has tenido que aportar.



Noticias relacionadas