Por Fátima Sánchez Santiago. Directora ejecutiva del Centro Botín
Y también en enero, febrero, marzo… porque en el Centro Botín creemos que la creatividad debería estar presente en nuestras vidas siempre, todos los días, y de hecho lo está. Otra cosa es que seamos capaces de darnos cuenta, de ejercitarla y de sacarle todo el provecho y beneficio que puede proporcionarnos.
Cuando hablamos de ser creativos no nos referimos a tener que hacer las cosas de forma rara o peculiar (dormir con la cabeza en los pies de la cama o subir las escaleras marcha atrás), tampoco es necesario que nos pasemos el día cantando, pintando o bailando, ni que seamos genios que cambien el mundo como Einstein o Leonardo da Vinci. Se trata de algo mucho más sencillo, más cercano a cada uno de nosotros, aunque no por eso deja de tener su dificultad, por supuesto.
La creatividad de la que hablamos en el Centro Botín es la que nos permite solucionar dificultades, retos, problemas… la que nos ayuda a mirar de forma diferente a nuestro alrededor, a las cosas cotidianas que hacemos y se nos plantean, para probar a hacerlas de formas nuevas y conseguir mejoras en nuestro trabajo, en nuestra familia, amigos y en nosotros mismos.
Todos nacemos creativos, capaces de analizar y resolver problemas, pero a veces, poco a poco, vamos acomodándonos, haciendo las cosas siempre igual, mirando todo desde el mismo punto de vista. Nos levantamos siempre por el mismo lado de la cama, nos sentamos en la misma posición en la mesa, seguimos rutinas que siempre son las mismas y, cuando creemos que sabemos algo o que algo es así, entonces dejamos de cuestionarlo, de darle alguna que otra vuelta más. Perdemos la mirada nueva, la motivación, la emoción… y queremos seguir con la costumbre porque así gastamos menos energía… Esta forma de actuar puede darnos tranquilidad y, en algunos casos, funcionar; pero difícilmente nos ayudará a hacer mejor las cosas, a generar ideas e implementar cambios que nos hagan avanzar y evolucionar.
Si queremos poner nuestra creatividad a funcionar necesitamos reactivar y desarrollar varias habilidades que forman parte del proceso creativo:
- Mirar de forma diferente a nuestro entorno: con curiosidad, con asombro, con perspectiva, con actitud crítica…
- Analizar en profundidad aquello que queremos cambiar, solucionar o mejorar para entender detalladamente qué es lo que está pasando y por qué.
- Generar multitud de ideas originales, de posibilidades, de opciones nuevas de hacer las cosas para mejorarlas. Todo vale por muy loco que pueda parecer…
- Seleccionar la idea que nos parezca mejor, ponerla en marcha y evaluar si ha funcionado o no.
Es muy importante tener en cuenta que todo este proceso (mirar, analizar, generar, seleccionar…), desde el principio hasta el final, está completamente influido por nuestras emociones, las que nos vayan surgiendo en cada momento (frustración, pereza, tristeza, alegría, euforia, nerviosismo, hartazgo… y mil opciones más). Saber gestionar bien dichas emociones, en cada paso que demos, es fundamental para lograr el éxito.
Me imagino que algunos os estaréis preguntando ¿cómo puedo aprender a hacer todo esto y cómo ponerlo en práctica? Es aquí donde el Centro Botín puede ayudarte. Llevamos años investigando, en colaboración con la Universidad de Yale, el proceso creativo y cómo las emociones influyen en el mismo, y no solo estamos convencidos, sino que hemos demostrado con estudios científicos que realmente las artes pueden ayudarnos a conseguirlo.
Y es que las artes (música, literatura, cine, teatro, danza, artes visuales) nos proporcionan muchísimos beneficios físicos, mentales y sociales. Nos ayudan a mirar a la realidad de formas diferentes, nos generan curiosidad y asombro, promueven el pensamiento crítico y, sobre todo, nos hacen sentir. Las artes nacen de la emoción de los artistas y generan emoción en el público. Por todo esto, y mucho más, las artes son la materia prima que puede ayudarnos a despertar nuestra creatividad.
Los cursos de artes, emociones y creatividad, creados junto a la Universidad de Yale e impartidos en el Centro Botín, han demostrado ser eficaces para desarrollar el comportamiento creativo de niños y adultos. De forma específica, los adultos mejoran un 21 % la capacidad de analizar problemas y un 47 % la capacidad de generar ideas originales; en el caso de los niños, nuestros estudios muestran que desarrollan un 75 % la capacidad de analizar problemas y generan un 68 % más de ideas originales. En ambos casos, los participantes en estas actividades disfrutan profundamente del contacto personal con las obras de arte, toman conciencia de que pueden desarrollar su capacidad creativa y de la importancia de la gestión emocional.
Por todo ello… No lo dudes. Empieza esta misma Navidad, aprovechando la programación navideña que hemos preparado para ti en el Centro Botín, a disfrutar de las artes para cambiar tu mirada, gestionar tus emociones y buscar formas nuevas de hacer las cosas que mejoren tu día a día y el de tu entorno.
Esperamos verte muy pronto y mientras tanto: ¡Feliz Creatividad!
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