10 jóvenes del medio rural cántabro participan en la segunda edición del programa “Talento Rural Joven” de la Fundación Botín

  • La Fundación Botín sigue impulsando espacios de aprendizaje y colaboración para que los jóvenes del medio rural desarrollen su talento y se conviertan en protagonistas del cambio en sus comunidades, reafirmando su compromiso con el medio rural cántabro, apostando una vez más por la juventud como potencial agente de cambio y de dinamización del entorno. 
  • Este fin de semana, los participantes tuvieron la oportunidad de identificar los problemas más relevantes de su entorno, explorar la importancia de las redes de cooperación para abordarlos y esbozar un primer plan de acción que orientará su trabajo en los próximos meses.
  • Talento Rural Joven plantea una experiencia de aprendizaje propia a través de una metodología innovadora, ágil y flexible, que combina actividades y sesiones formativas con el acompañamiento de mentores especializados.

Diez jóvenes cántabros menores de 20 años procedentes del Valle del Nansa y Liébana, y en su mayoría mujeres, de los cuales la mitad cursa estudios universitarios, han iniciado este fin de semana la segunda edición de ‘Talento Rural Joven’, programa impulsado por la Fundación Botín para apoyar a la juventud en el desarrollo de iniciativas innovadoras que, desde su compromiso con sus territorios y su responsabilidad, contribuyan a afrontar los retos del medio rural de Cantabria. Estos jóvenes, con fuertes vínculos con sus entornos, combinan sus estudios con un compromiso activo por generar cambios positivos en sus comunidades, demostrando generosidad, responsabilidad y una gran madurez para plantear soluciones a los desafíos locales. Del 3 al 5 de octubre, los participantes se reunieron en la Casa Rectoral de Puente Pumar para iniciar el primer ciclo formativo de esta edición, desarrollado a través de una metodología innovadora, ágil y flexible que combina sesiones prácticas, espacios de reflexión y el acompañamiento de mentores especializados.

Durante la convivencia, los participantes comenzaron identificando los problemas más relevantes de su entorno, exploraron la importancia de las redes de cooperación para abordarlos y esbozaron un primer plan de acción que orientará su trabajo en los próximos meses. Rafael Ruiz Bada, experto en economía regenerativa y actual impulsor en Cantabria de una comunidad para el diseño y desarrollo de proyectos complejos con el apoyo de la escuela de negocios de Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT Sloan y su red internacional, fue el encargado de guiar a los participantes durante el transcurso de este primer ciclo. Su propuesta, titulada “Activando el futuro rural”, se centra en guiar a los jóvenes en un proceso de comprensión y conexión profunda con su territorio, al tiempo que les proporciona herramientas para desenvolverse en entornos complejos. El objetivo es que, a partir de esa base, puedan avanzar en la creación de soluciones innovadoras y validadas, explorando también su potencial emprendedor.

Con esta iniciativa, la Fundación Botín reafirma su compromiso con el medio rural cántabro, apostando una vez más por la juventud como potencial agente de cambio y de dinamización del entorno. 

Programación del fin de semana

La programación de esta segunda edición comenzó el viernes, 3 de octubre, con dinámicas de presentación y conexión, diseñadas para favorecer la cohesión del grupo y poner en común las historias y los recuerdos vinculados al territorio. Los jóvenes compartieron experiencias personales relacionadas con sus pueblos y comarcas, lo que permitió generar un espacio de confianza y crear un primer sentimiento de comunidad, base fundamental para el trabajo que se desarrollará a lo largo del programa.

El sábado y el domingo, bajo la guía de Rafael Ruiz Bada, los participantes se sumergieron en el itinerario “Despertando la conciencia territorial”, una propuesta que combina el aprendizaje experiencial con herramientas innovadoras. A través de la Teoría U del MIT, exploraron el territorio más allá de lo evidente, analizando no solo los problemas visibles, sino también las estructuras y patrones que los sostienen, así como los modelos mentales y creencias que los refuerzan. Este proceso les permitió replantearse la relación entre individuo, comunidad y territorio, abriendo la puerta a nuevas formas de comprender y afrontar los desafíos del medio rural.

Además, realizaron un mapa 3D de actores y relaciones del ecosistema rural, donde identificaron instituciones, colectivos y personas clave, así como los vínculos existentes entre ellos. Este ejercicio visual y colaborativo puso de manifiesto fortalezas y vacíos en la red de relaciones del territorio, mostrando la importancia de la cooperación para impulsar cambios sostenibles.

El fin de semana concluyó con la selección de retos concretos a trabajar en los próximos meses. Tras una dinámica de priorización, los jóvenes formaron equipos en torno a los desafíos más relevantes y comenzaron a esbozar un primer plan de acción para resolverlos. Cada grupo definió tareas específicas, como entrevistas, visitas o búsquedas de información, que desarrollarán antes del siguiente encuentro formativo, que tendrá lugar a finales de noviembre en Madrid. De este modo, los retos quedaron ya orientados hacia soluciones innovadoras y prácticas, que podrán validarse posteriormente en el propio territorio.

Durante toda la convivencia, estuvieron acompañados por el equipo de Desarrollo Rural de la Fundación Botín, que les brindó apoyo en la organización de las actividades.

*Más información: haciendo clic AQUÍ  y talentoruraljoven@fundacionbotin.org

FOTO 1

FOTO 2



Noticias relacionadas