¿Para qué sirven las Matemáticas?

Esta es la pregunta que, después de 15 años de profesora de matemáticas, me hacen mis alumnos de segundo de ESO con más frecuencia.

Ser capaz de acercar a los «chavales» a la realidad de la geometría, el álgebra y el análisis, del mundo que nos rodea, hace despertar su interés por una ciencia que se les hace tan lejana pero que forma parte de sus vidas.

¿Qué es sino un campo de fútbol?, ¿cómo lo han hecho?, ¿la torre del palacio?, ¿a qué altura está?, ¿la forma que adquiere una gota de agua?… miles de ejemplos que nunca son suficientes para un estudiante de matemáticas con 13 años

Hace unos meses, mis alumnos de 2º ESO del colegio CEU San Pablo Montepríncipe y yo, emprendimos un proyecto que desarrolla el talento emprendedor dentro del marco del currículo de matemáticas.

En este proyecto los alumnos son los protagonistas de su aprendizaje, buscan materiales para desarrollar contenidos matemáticos, trabajan en grupo respetando a sus compañeros, hablan en público, se evalúan y  desarrollan unas competencias y habilidades muy necesarias para su desarrollo, tanto desde el punto de vista académico como para su futuro personal y profesional.

La posibilidad de desarrollar y entrenar su autonomía personal, el liderazgo, la innovación y sus habilidades empresariales, les abre una ventana al mundo  y la sociedad actual, y cómo no, les permite superar con éxito el currículo de matemáticas de 2 º ESO.

La puesta en marcha del proyecto ya ha dado resultados, y he podido constatar que alumnos que no se interesaban fácilmente por las matemáticas han cambiado su actitud, y  han pasado a convertirse en protagonistas, líderes, empresarios, motivando pro actividad en el aula y creatividad a la hora de crear sus propios contenidos:  ahora disfrutan de sus Matemáticas.

Luis es el caso de un alumno que no sentía ningún interés por el análisis, más concretamente las funciones, diseñé para ello una tarea llamada ¿dónde está el ahorro? consistente en traer al aula de sus casas facturas de gas, luz teléfono… daba igual, los alumnos tenían que analizar las gráficas que aparecían además de interpretarlas, con este ejemplo tan claro Luis jamás olvidará que el eje Y depende del eje X y que éste último en el caso de las facturas es el tiempo de consumo.

Otra tarea de geometría que ayudó mucho a Luis y a todos los compañeros fue mandalas y estandartes, en ella los alumnos debían diseñar las dos figuras y para ello tenían que investigar sobre otras figuras planas más sencillas, les encantó el colorido y las formas que consiguieron. Con todas estas tareas he conseguido que la geometría para Luis y sus compañeros sea mágica e increíble.

Como parte del kit de herramientas en este proyecto emprendedor, he utilizado la teoría psicológica de David Kolb, que distingue dos formas de percibir y dos de procesar, que se traduce en un modelo de cuatro cuadrantes (ver ilustrativo 1):
1. Involucrarse enteramente y sin prejuicios a las situaciones que se le presenten.
2. Lograr reflexionar acerca de esas experiencias y percibirlas desde varias aproximaciones.
3. Generar conceptos e integrar sus observaciones en teorías lógicamente sólidas.
4. Ser capaz de utilizar esas teorías para tomar decisiones y solucionar problemas.

Comparto con aquellos profesionales que como yo disfrutan de sus clases, como parte de este artículo, aquellas actividades que me han permitido testear el modelo y que son de fácil puesta en escena:

– Mi sueño: los alumnos verbalizan sus sueños y les animo a que crean en ellos mismos.
– Las torres KIO: los alumnos estudian geometría de otra forma, más creativa, con fotos midiendo áreas y volúmenes, creando ellos mismos las ecuaciones.
– Matemáticas para policías: ellos van a ponerse en el lugar de investigadores científicos y van a resolver casos policíacos

Parte del aprendizaje del alumno como protagonista pasa por desarrollar su contenido curricular, que podrá trasladar a su vida cotidiana y le ayudará a madurar, a tomar decisiones, a resolver problemas actuales y futuros que se le plantearán en su vida,  ya que se ha entrenado para conseguirlo.

Las preguntas en el aula ya no son de desánimo, de aburrimiento; son de investigación, de expresión de contenidos, de actividad comunicativa, de creatividad. Ahora todos esperan que llegue la hora de matemáticas y que podamos resolver juntos los problemas planteados.

Como resultado todos los alumnos que trabajan el proyecto, sin excepción, MEJORAN
INVESTIGAN, EXPLORAN Y ANALIZAN su entorno, porque ahora ya tenemos la respuesta: para eso sirven las matemáticas.

¡QUÉ MÁS PODEMOS PEDIR!

Maria José Gato Bermúdez
Profesora Titular de Matemáticas del CEU SAN Pablo



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