Por Vanesa Galego. Responsable de recursos educativos en el área de Educación de la Fundación Botín
En la actualidad, con la entrada en vigor de la nueva legislación educativa, nos encontramos ante un cambio de paradigma educativo. El mundo globalizado en el que vivimos cada día se vuelve más complejo y la educación basada en contenidos academicistas no es suficiente.
Según Andreas Schleicher, director del área de Educación de la OCDE, “En un mundo que está cambiando, evolucionando y polarizándose tan rápido como el nuestro, las escuelas deben dotar a nuestros estudiantes de una caja de herramientas totalmente repleta, no solo de habilidades cognitivas, sino también sociales y emocionales”. Hay que resaltar, además, que la creatividad es una competencia imprescindible en este cambio de paradigma educativo. Según el Foro Económico Mundial (FEM), en 2015 la creatividad era la décima habilidad más valorada entre los reclutadores de talento. En la actualidad se sitúa en el tercer puesto, solo por detrás de la resolución de problemas complejos y del pensamiento crítico.
1.- Las claves del nuevo currículo
La Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas en relación a la educación formula el ODS 4, que consiste en garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanentes a todo el alumnado. Entre tanto, la comunicación de la Comisión Europea publicada en 2020 “Hacer realidad un espacio europeo de educación 2025” y la Resolución relativa a un marco estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la educación y la formación con miras al Espacio Europeo de Educación y más allá (2021-2030), avalan un nuevo enfoque competencial y pueden considerarse referentes y punto de partida en este cambio de paradigma educativo español.
La LOMLOE pauta una arquitectura curricular basada en ocho competencias clave que provienen de la Recomendación del Consejo de la Unión Europea de 2018 relativa a las competencias clave para el aprendizaje permanente y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Cada una de estas competencias engloba tres dimensiones (cognitiva “saber”, instrumental “saber hacer” y actitudinal “saber ser”) que se retroalimentan entre sí. Su adquisición contribuye a la consecución de los objetivos planteados para la educación básica, que abarca desde Educación Infantil hasta la Educación Secundaria Obligatoria.
Con la consecución de las ocho competencias clave se llega al perfil de salida, que responde a lo que se espera del alumno al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria.
2.- Enfoque competencial y Educación Responsable ¡Pongámoslo en práctica!
Desde el área de Educación de la Fundación Botín surgen algunas cuestiones cuando queremos conciliar el nuevo currículo y el programa Educación Responsable: ¿Se pueden trabajar las competencias emocionales, sociales y creativas para desarrollar las competencias clave que pauta la LOMLOE?
La respuesta es ¡SÍ!
Educación Responsable cuenta con más de 1.000 situaciones de aprendizaje vinculadas a sus recursos educativos: Banco de Herramientas, Literatura, ReflejArte, Coro de las Emociones y Playing Emotions. A continuación, se plantean algunas claves con el fin de ayudar a poner en práctica esta nueva arquitectura curricular.
Desde un punto de vista metodológico, el programa ER va mucho más allá de un listado de situaciones de aprendizaje. Pretende ser inclusivo, dinámico, creativo y versátil con el objetivo de adaptarse a la heterogeneidad de los centros educativos de la Red. Por este motivo, cada situación de aprendizaje ayuda al docente a plantear, a modo de sugerencia, distintas competencias específicas con sus criterios de evaluación y saberes básicos. Todo esto permite al profesorado crear o diseñar adaptaciones a partir de lo existente en función del itinerario que quiera recorrer con su alumnado.
El programa ER va mucho más allá de un listado de situaciones de aprendizaje. Pretende ser inclusivo, dinámico, creativo y versátil con el objetivo de adaptarse a la heterogeneidad de los centros educativos de la Red
Los recursos educativos plantean situaciones de aprendizaje que, en muchas ocasiones, están secuenciadas en varias fases y acciones orientadas al aprendizaje competencial. Entra en juego la creatividad del docente y supone también una oportunidad y un reto para crear situaciones de aprendizaje interdisciplinares.
Pongamos como ejemplo los recursos vinculados a la literatura (Lectura y Emociones para la etapa prelectora y Lectura, Emociones y Creatividad para las etapas de Primaria y Secundaria). Estos recursos contribuyen a la alfabetización informacional y responden a la necesidad de enseñar a leer todo tipo de textos y con distintos propósitos de lectura. Además, la reciente propuesta diseñada bajo el título Consumidores comprometidos contribuye a prevenir los riesgos de manipulación y desinformación del adolescente. También facilita a los profesores herramientas para diseñar a medida itinerarios de lectura y garantiza que los alumnos avancen en lectoescritura a través de la diversidad textual.
Educación Responsable también promueve el abordaje interdisciplinar de los aprendizajes. A través de la innovadora propuesta Caminar el agua, se favorece la codocencia y el trabajo colaborativo, tanto por parte del alumnado como de los docentes. Se trata de un nuevo modelo curricular que incorpora los avances de países más innovadores como Gales, Escocia o Finlandia.
Los recursos vinculados a las artes como Literatura, ReflejArte, El Coro de las Emociones y Playing Emotions favorecen la comprensión, la interpretación y la creación de textos orales y multimodales. Al mismo tiempo involucran las dimensiones sensoriales, intelectuales, sociales, emocionales, afectivas, estéticas y creativas y promueve el desarrollo del pensamiento creativo y visual. Se basan de manera progresiva en la experimentación, la expresión y la producción artística.
Otro recuro clave del programa ER es el Banco de Herramientas, que trabaja de manera explícita el desarrollo emocional, social y de la creatividad. Es un recurso muy versátil y a través de soportes audiovisuales y técnicas y dinámicas grupales desarrolla los aspectos socioemocionales, imprescindibles como clave del éxito, la motivación y la satisfacción tanto en la escuela como en la vida cotidiana.
En la siguiente Tabla se presentan las implicaciones prácticas que tienen los recursos educativos ER en clave LOMLOE.
El impacto de la Fundación Botín en la educación
Durante muchas décadas, la educación se ha centrado en los contenidos meramente académicos y, en este sentido, el programa Educación Responsable ha sido pionero en incorporar y promover las competencias emocionales, sociales y creativas dentro del currículo escolar dirigiéndose a toda la comunidad educativa (docentes, estudiantes y sus familias).
El objetivo del Programa es fomentar el desarrollo de habilidades socioemocionales en los estudiantes, lo que les permite mejorar su rendimiento académico, su bienestar personal y su capacidad para contribuir de manera positiva a la sociedad. Desde su lanzamiento, Educación Responsable ha tenido un gran éxito, llegando a estudiantes y docentes en España, México, Uruguay, Chile y Centroamérica. El Programa se construye bajo la idea de que la educación no solo debe centrarse en el desarrollo académico, sino también en la formación integral de la persona, en la que se incluyen habilidades socioemocionales, como la empatía, la autoestima, la identificación y expresión emocional, el autocontrol y la creatividad.
Existe una base científica muy contrastada sobre la relación que existe entre (1) la capacidad de aprender y el estado emocional; (2) en cómo las emociones despiertan y alimentan la creatividad y (3) el papel que juegan las artes en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Como resultado conviene subrayar la importancia de impulsar un cambio de mirada y que se tengan más en cuenta las artes, las emociones y la creatividad en las aulas.
Otro aspecto importante del programa ER, apoyado a nivel internacional, está relacionado con la inclusión de habilidades socioemocionales en los programas de formación docente. Persigue abordar el estrés e impulsar las habilidades emocionales y sociales generadoras de bienestar emocional en toda la comunidad educativa y que se apoye en el paraguas de la pedagogía del cuidado. En este sentido, la UNESCO afirma que es clave que los equipos directivos asignen a sus equipos docentes tiempo específico para que adquieran estas habilidades y que favorezcan el bienestar docente como paso previo para trabajarlo de manera explícita en el aula.
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