Educar en emociones para la libertad

Impulsados por el deseo de extender la educación emocional, social y creativa a más centros de la región, y aprovechando además la experiencia que se había dado con adultos en otros lugares de la Red ER, se pensó en los alumnos privados de libertad en la escuela de la cárcel para beneficiarse de un programa que ha servido para mover tantas emociones dentro de la Red de Centros Educación Responsable.

Esta cárcel tiene una escuela en la que los usuarios pueden decidir completar sus estudios de educación básica y educación media mientras están en ella. Por esta razón, se decidió que podía tener sentido ampliar el currículum y ofrecer nuevos recursos que les permitiera promover una educación integral entre estos alumnos, como propone Educación Responsable. Al principio, se pensó en hablar de manera directa sobre las emociones, pero se dieron cuenta de que había cierta resistencia porque para ellos “hablar de emociones es un signo de debilidad”.

Por ello, se decidió implementar Reflejarte y el Coro de las Emociones, que son recursos principalmente artísticos donde el arte se convierte en un vehículo para identificar y expresar las emociones, trabajar con la autoestima, la empatía, las habilidades de relación, la comunicación y la asertividad; también el pensamiento crítico, la creatividad y la toma de decisiones, que son las variables que trabaja parte del Programa Educación Responsable. Ambos despertaron gran interés en los alumnos, quienes han llegado a verbalizar que “son los momentos que nos permiten salir del encierro…”.

Esta experiencia, que los acompañó durante el curso 2024, finalizó con un concierto del Coro de las Emociones el pasado mes de diciembre, que ellos denominaron “El Coro de la Libertad”. El concierto estaba dirigido a los reclusos que finalizaban sus licenciaturas, fue un día muy especial en el que también participaron sus familiares, que pudieron disfrutar de la exposición del recurso Reflejarte vinculada con la propuesta de “Retratos Sonoros”, un trabajo con el que los alumnos pudieron descubrir aspectos de su propia persona y de aspiración hacia aquellas cualidades que les pudiera hacer mejores personas. Con todo ello, podemos afirmar que el arte les ha servido para abrir una ventana sutil a ese mundo emocional que todos llevan dentro, que a su vez les permite reconocer, reparar y tener una mirada más esperanzadora hacia ellos mismos y hacia ese futuro que les espera y que llegará.

Para el director de la escuela, Pedro Cuevas, es muy importante la educación en contextos de privación de libertad. «Muchos de nuestros alumnos son padres de familia que, a pesar de las adversidades, están dando un ejemplo de perseverancia a sus hijos. Han decidido aprovechar este tiempo para avanzar en su formación académica, lo que les permitirá enfrentarse al futuro con más y mejores oportunidades una vez que recuperen su libertad». Por su parte, Evelyn Figuera, profesional a cargo del programa Educación Responsable en esta escuela de la cárcel, «Educar en contextos de encierro no se limita a enseñar materias académicas. Se trata de brindar herramientas para reconstruir historias, recuperar la esperanza y proyectar un futuro mejor. El programa ER de la Fundación Botín, basado en el desarrollo de la inteligencia emocional, la creatividad y las habilidades sociales, ha sido fundamental para mejorar el clima educativo y renovar nuestro compromiso con la transformación personal y social«.

Por todo ello, podemos afirmar que la implementación de este programa ha marcado un hito a nivel global, siendo la Escuela Héctor Valenzuela Cea pionera en integrar el enfoque de Educación Responsable dentro de un recinto penal, demostrando que, incluso en los contextos más difíciles, la educación es una herramienta poderosa de cambio.

Con este logro, el programa Educación Responsable reafirma su compromiso de transformar vidas y abrir nuevas oportunidades a través del desarrollo socio emocional en la educación, destacándose como un ejemplo de innovación y esperanza a nivel mundial.

**El programa Educación Responsable de la Fundación Botín lleva más de 14 años consolidando una Red de Centros en nueve países, contándose España, Uruguay, Chile, México, Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Perú, con más de 20 instituciones muy comprometidas con el mundo de la educación. ER es un programa de carácter preventivo, cuyo objetivo es favorecer el desarrollo integral de niños, niñas y jóvenes, promover la comunicación y mejorar la convivencia en los centros educativos implicando a docentes, alumnado y familias. Esto se realiza a través de un plan de formación docente, de unos recursos educativos y un acompañamiento. En la actualidad, son casi 900 los centros educativos que componen nuestra Red, que es ya la mayor red internacional en trabajar la educación emocional, social y creativa. Concretamente en Chile, ER empezó a implantarse en el 2017 de la mano de la Corporación de Amigos de Panguipulli y, en los últimos años, se sumó la comuna de Lanco y Villarica. Así, ya son 25 los centros que confían y creen que otro modo de educar es posible y trabajan cada día para que este sea el sentir de sus alumnos y familias vinculadas a los centros. https://www.educacionresponsable.org/



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