Los 5 beneficios más relevantes de llevar a cabo una correcta gestión del agua

La situación del agua en España atraviesa grandes desafíos, provocados en su gran mayoría por un conjunto de factores que afectan negativamente a las reservas hídricas del país. Las condiciones geográficas y los efectos del cambio climático acusan una gran escasez de lluvias prolongada en el tiempo, que se suma a otros problemas de gestión de recursos como el escaso nivel de reutilización del agua y la sobreexplotación y contaminación de acuíferos.

Según datos de la organización ecologista Greenpeace, el 70 % de las cuencas hidrográficas en España experimentan un nivel de estrés hídrico alto o severo, una situación crítica que tiene su reflejo en el nivel de los embalses. Según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en enero de este año las reservas hídricas se encontraban en un 50,8 % de su capacidad, cinco puntos por debajo de la media de la última década (56,9 %).

La gestión del agua en España requiere de una combinación de estrategias que aborden la escasez y la sobreexplotación de los sectores que contribuyen significativamente a la presión sobre el agua, estando los ciudadanos obligados a hacer un uso responsable del agua en sus hogares y actividades de ocio y turismo. La respuesta efectiva a estos desafíos implica una planificación a largo plazo, políticas para favorecer la conservación del agua, inversiones estratégicas en infraestructuras de regulación y depuración, y la participación de la sociedad en el cuidado y uso sostenible de este recurso vital.

Una correcta gestión del agua es fundamental para garantizar el abastecimiento de la población

Administrar el agua eficientemente desencadena una serie de beneficios que abarcan desde la seguridad del abastecimiento y la protección del medio ambiente hasta el desarrollo económico, contribuyendo así al bienestar y a la sostenibilidad a largo plazo. Algunas de estas ventajas son:

  1. La seguridad en el suministro de agua: garantiza el abastecimiento para necesidades domésticas, industriales y agrícolas al reducir el riesgo de escasez y evitar las restricciones de suministro, asegurando así la continuidad de la actividad económica.
  2. La conservación de los ecosistemas: contribuye a preservar la biodiversidad, ya que protege los ecosistemas terrestres y acuáticos y ayuda al mantenimiento de hábitats naturales como los humedales, cuya relevancia se ha recordado este pasado 2 de febrero en el Día Mundial de los Humedales, destacando la importancia de estos ecosistemas únicos y su papel vital en la salud ambiental global, sin olvidar el buen estado ecológico de los ríos.
  3. La adaptación al cambio climático: permiteincluir medidas con las que afrontar las consecuencias del cambio climático, como la gestión de riesgo de inundaciones y sequías o la prevención y freno de incendios, entre otros.
  4. Aumenta el atractivo para las inversiones y el turismo sostenible: la gestión adecuada del agua mejora la calidad de los entornos naturales, lo que sin duda atrae las inversiones y un turismo más responsable y sostenible. Esto puede ayudar a la generación de empleo y al desarrollo económico en las comunidades locales.
  5. Menos competencia por el agua: en regiones donde el agua es escasa aumenta la competencia por este recurso, tanto para uso doméstico como entre sectores. Esta situación genera conflictos en el reparto entre comunidades que disponen de mayores niveles de agua en sus embalses y las que menos. Una correcta gestión del agua ayudaría a reducir tensiones territoriales y entre sectores.

Teniendo muy presente su misión de contribuir a los debates sobre la gestión de los recursos hídricos, el Observatorio del agua de la Fundación Botín trabaja a nivel global buscando mejorar las políticas relacionadas con este recurso. Desde su creación en el año 2008, el Observatorio del Agua tiene como objetivo ser un laboratorio de ideas para la innovación en la gestión de recursos hídricos, servir como punto de encuentro para el debate entre perfiles expertos a nivel nacional e internacional y contribuir a la transferencia de nuevos conocimientos sobre gobernanza y uso sostenible de los recursos hídricos a la sociedad en general y a los gestores del agua en particular.

En los últimos años, su actividad se ha centrado en mejorar el estado de los ríos y acuíferos en España,  la calidad de las aguas pre-potables y los usos del agua para el regadío, generando conocimiento sobre la gestión del agua y sirviendo de plataforma para el diálogo y la capacitación de los profesionales del agua, al tiempo que ha promovido la involucración de la sociedad en esa mejora, como, por ejemplo, en 2023, cuando el Observatorio del Agua organizó dos seminarios presenciales y tres reuniones de trabajo co-organizadas con entidades públicas y privadas.



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