Fundadores de la Fundación Botín
D. Marcelino Botín Sanz de Sautuola nació en Puente San Miguel (Cantabria) el 10 de agosto de 1907. Hijo de D. Emilio Botín López y Dña. María Sanz de Sautuola y Escalante, y nieto de D. Marcelino Sanz de Sautuola y Pedrueca, descubridor para la historia del valor de las pinturas de Altamira.
Casado con Carmen Yllera Camino. No tuvieron hijos. Realizó sus estudios de bachillerato en el Colegio de PP. Escolapios de Villacarriedo y en la Universidad de Deusto, donde cursó la licenciatura de Ciencias Económicas.
Logros profesionales
En 1931 fue nombrado delegado de La Equitativa. Poco después se situó a la cabeza de los agentes, «siendo una de las figuras preeminentes de la sociedad, como lo demuestra el hecho de que durante muchos años ocupó la presidencia del Círculo de Agentes Distinguidos de La Equitativa, categoría que se concede anualmente al productor que mayor recaudación de primas personales consigue», según recoge un boletín de 1971.
Fue nombrado consejero del Banco de Santander en 1946 y vicepresidente del Consejo de Administración diez años después. Desempeñó importantes cargos en otras empresas y entidades financieras: Banco Intercontinental Español SA (Bankinter), Banco Comercial para América, Asfaltos Españoles SA, Sociedad Española del Acumulador Tudor SA, Compañía Española de Petróleos, Iberduero, Unión Resinera Española, Minero Siderúrgica de Ponferrada, Saltos del Sil, Financiera Bansantander, Central de Inversiones en Valores y Mobiliaria Internacional.
Aficiones e inquietudes
Gran deportista, gustaba de jugar a los bolos, siendo uno de los mejores jugadores de la época, destacando su figura por ser un gran impulsor de este deporte en Cantabria. El Memorial de Bolos Marcelino Botín, que se celebra anualmente en Puente San Miguel, sigue siendo una de las principales citas y de mayor prestigio de este singular deporte de la región. Fue también aficionado al golf y a la caza. Además, trabajó en obras de carácter marcadamente social y cultural. Personas e instituciones diversas, recibían cuantas ayudas necesitaban.
Según recuerda su amigo Adolfo Martos en una necrológica publicada en el diario Sur de Málaga al poco de su muerte «si tuviera que destacar un rasgo que en pocas palabras nos diera la idea de su ser y estar en el mundo, yo diría que era su elegancia espiritual; elegancia que era el fruto, en primer lugar, de una bondad de corazón y, después, de una educación, de una disciplina de vida, de una ética». «Dotado de una gran inteligencia dirigiendo importantes negocios y poseedor de una gran fortuna, tenía especial cuidado en que nada de eso se notara, y hablando con él, más parecía que sus amigos le enseñábamos y él quien recibía y agradecía».
Fue uno de los socios fundadores del Patronato Montañés de Enseñanza, con su Centro de Estudios Superiores Técnico-Empresariales, dirigido por la Compañía de Jesús. Don Marcelino se proyectaba silenciosamente en todas las direcciones. Pero su vital preocupación era la promoción y desarrollo de la Montaña y los montañeses, queriendo formar dirigentes a todos los niveles.
Constitución de la Fundación
El 18 de abril de 1964 constituyó la Fundación que lleva su nombre. Al fallecer dejó a la Fundación, como heredera, un capital de quinientos millones de pesetas, un patrimonio que ha ido aumentando gracias a su esposa María del Carmen Yllera Camino, fallecida el 26 de febrero de 1984; Jesús Fernández García Miguel, miembro de la Junta Rectora de la institución que murió el 13 de febrero de 1988; Emilio Botín-Sanz de Sautuola y López, patrono de la institución desde el fallecimiento de su hermano hasta su muerte el 22 de septiembre de 1993; y a su sobrino Emilio Botín García de los Ríos, presidente de la Fundación hasta su fallecimiento en septiembre de 2014. Actualmente el presidente de la Fundación es Javier Botín, hijo de Emilio Botín. D. Marcelino Botín murió el 16 de agosto de 1971, después de una larga enfermedad.