- Durante la presentación de la Memoria de 2020, su director general ha subrayado cómo la actual crisis sanitaria ha demostrado que los objetivos que persiguen los programas sociales de la Fundación Botín están más vigentes nunca.
- Más de 200 organizaciones sociales fueron apoyadas desde Talento Solidario, 100 nuevos colegios se sumaron al programa Educación Responsable, 3 nuevas Start Up forman parte ya del portfolio de empresas Mind the Gap, el programa de Desarrollo Rural se extendió a Valderredible y 20 nuevos servidores públicos se sumaron a la red en América Latina, entre otros hitos del año.
- Trabajar la Inteligencia Emocional y Social de los niños ha sido fundamental durante esta pandemia. Por ello, el programa Educación Responsable amplió su actividad más allá de las aulas y los profesores, llegando con ella -en un año excepcional- a los hogares y las familias a través de nuevos contenidos, que tan sólo en 2020 recibieron más de 20.000 consultas.
- Convencidos de que -ahora más que nunca- las artes juegan un papel fundamental en el desarrollo personal y social, el Centro Botín reabrió sus puertas al público el primer día que le fue posible tras el confinamiento. Además, en un año marcado por la pandemia reafirmó su compromiso local con un 12 % más de visitantes cántabros.
- El sector Social ha jugado un papel fundamental en esta crisis sanitaria y social, acompañando a los más golpeados por la pandemia. Desde Talento Solidario se colaboró con ellos a través de un canal de escucha destinado a movilizar recursos y a atender necesidades urgentes entre las más 260 organizaciones sociales españolas de la Red del programa.
La Fundación Botín ha presentado esta mañana su Memoria de 2020, un año en que la institución cántabra invirtió 14 millones de euros entre el Centro Botín y sus áreas de Educación, Fortalecimiento Institucional, Ciencia, Desarrollo Rural, Observatorio del Agua y Colaboraciones. Su director general, Íñigo Sáenz de Miera, ha comenzado su intervención haciendo referencia a la pandemia de la Covid-19, a sus dramáticas consecuencias y el modo en que ha impactado en todos los ámbitos de la sociedad, incluido el Sector Social, que ha respondido de una manera ejemplar, demostrando que es esencial para el funcionamiento de la sociedad y de la economía. En este sentido, ha asegurado que “La Fundación Botín, como todos, se ha visto afectada, aunque también es cierto que esta crisis nos ha permitido –y obligado- a hacer una reflexión estratégica, un ejercicio que ha reafirmado los objetivos que persiguen nuestros programas sociales, hoy más vigentes que nunca, lo que sin duda confirma que, desde la Fundación Botín, estamos haciendo lo que es más necesario para nuestra sociedad”.
Tercer sector y servicio público
Un claro ejemplo de ello lo tenemos en el Sector Social, que ha jugado un papel fundamental en esta crisis sanitaria y social al acompañar a los más golpeados por la pandemia. Desde Talento Solidario, un programa dirigido a impulsar el fortalecimiento del Tercer Sector, durante 2020 se ha colaborado con las organizaciones sociales españolas en hacer frente a los efectos devastadores que la pandemia les ha presentado. Para ello, se ha abierto un canal de escucha para movilizar recursos y atender las necesidades más urgentes. A través de él, se ha dado respuesta a 200 peticiones junto a las más de 30 empresas que colaboran con el programa.
Esta crisis sanitaria también ha puesto de manifiesto que el buen funcionamiento de las instituciones públicas es fundamental, y justamente esto es lo que la Fundación Botín persigue desde hace más de diez años con su Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina. Con esta iniciativa, la Fundación trata de contribuir al fortalecimiento del sector público de la región a través de una red de jóvenes servidores públicos formada por más de 350 miembros de 20 países. “No puedo dejar de destacar que, a pesar del contexto global, en 2020 se mantuvo este compromiso y se llevó a cabo la XI edición, una convocatoria que reunió en España a 20 alumnos de 13 países latinoamericanos, cumpliendo con todas las medidas de seguridad e impartiendo estas formaciones de manera semipresencial en Santander y Madrid”, ha puntualizado Sáenz de Miera.
La reapertura del Centro Botín
Una fecha que adquiere especial relevancia en el calendario de 2020 es el 12 de mayo, día en que el Centro Botín abrió nuevamente sus puertas tras el confinamiento. “Nos gusta pensar que su apertura -la primera de España y una de las primeras de Europa- fue un signo de confianza e ilusión tras unos meses muy complicados. De esta forma, los ciudadanos pudieron volver a disfrutar de sus propuestas artísticas, formativas y culturales, todo ello bajo el convencimiento de que, ahora más que nunca, las artes juegan un papel fundamental en el desarrollo personal y social”, reconocía el Director General durante la presentación de la Memoria.
A lo largo del año, y a pesar de los aforos reducidos y el cierre por el confinamiento, el Centro Botín recibió 54.845 visitantes, de los cuales más del 58% fueron vecinos de Santander y Cantabria, un porcentaje notablemente superior al de otros años, con un 12 % de incremento. Para Sáenz de Miera, “estas cifras reafirman la consolidación del Centro Botín como un proyecto que, al tiempo que tiene una destacada proyección internacional, prioriza su integración en la ciudad y su impacto local”. Del resto de visitantes, un 35 % procedían de otras comunidades autónomas y un 6% llegó desde otros países, principalmente Francia, Países Bajos, y Reino Unido.
La pandemia, el confinamiento y las restricciones de movilidad internacional tuvieron un impacto decisivo en la programación, pero el Centro Botín supo adaptarse a la nueva situación y amplió el periodo expositivo de la muestra ANRI SALA: “AS YOU GO (Château en Espagne)”. La colección de arte de la Fundación Botín también tuvo un papel destacado, al organizarse dos exposiciones a lo largo del año: “Arte y arquitectura: un diálogo” y “Miradas al arte”.
A pesar de todas las limitaciones, la oferta de actividades artísticas, culturales y formativas del Centro Botín en 2020 se materializó en una programación variada compuesta por 251 actividades, distribuidas entre 40 semanas y respetando todas las medidas de seguridad, incluyéndose conciertos, ciclos de cine, espectáculos de danza y teatro, cursos, talleres y visitas, entre otras propuestas. Muchas de estas actividades se llevaron a cabo gracias a la colaboración entre instituciones, siendo éste el caso del ciclo de conciertos “Música en la bahía”, en colaboración con el Ayuntamiento de Santander; el recital de violonchelo y piano con la Fundación Isaac Albéniz; o los espectáculos de teatro realizados en colaboración con la Fundación Santander Creativa dentro de su Muestra de Artes Fantásticas (MAF). Un total de ocho colaboraciones, entre las que también se cuentan el Festival Internacional de Santander (FIS) y Morena Films. El grado de satisfacción del público con la programación fue de 4,7 sobre 5, con un porcentaje de ocupación del 88,9% y una media de 6 actividades a la semana.
A finales de 2020, el Centro Botín contaba con 141.852 Pases cántabros (1.734 añadidos durante el pasado año) y 2.733 personas poseedoras de la tarjeta Amigo del Centro Botín (357 más que el año anterior), a lo que hay que sumar los 30 voluntarios, los 4 socios estratégicos ( Fundación Ramón Areces, Fundación Mutua Madrileña, Viesgo y Fundación Prosegur), las 14 instituciones colaboradoras (Vocento, El Diario Montañés, JCDecaux, Unidad Editorial Iberia, El País, Eurostars Hotels, Spend In, Onda Cero, Cervezas Alhambra, Alsa, Cadena Ser Orange y Renfe) y las 7 empresas asociadas (Bridgestone, Viajes Mesana, Derwent Group, Café Dromedario, Lupa, Bathco y Uría Menéndez), sin cuyo respaldo nada de esto hubiera sido posible.
Educación, ciencia e innovación
Trabajar la Inteligencia Emocional y Social de los más pequeños de la casa, uno de los colectivos más vulnerados durante esta pandemia, ha sido fundamental. Por ello, el programa Educación Responsable amplió su actividad más allá de las aulas y los profesores, llegando con ella -en un año excepcional- a los hogares y las familias. Cerca de 150.000 alumnos trabajaron su educación emocional, social y de la creatividad a través de este programa, que recibió más de 20.000 consultas a sus nuevos contenidos educativos, abiertos a docentes y familias. Además, más de 10.000 personas se conectaron al ciclo de conferencias “La educación que queremos” vía streaming, lo que supuso multiplicar por diez su impacto con respecto a años anteriores. Según Sáenz de Miera, “también hemos creado nuevos espacios online de formación, encuentro y reflexión para que los docentes pudieran afrontar juntos, y coordinados, los nuevos desafíos que se les presentan y hacerlo, además, desde la educación emocional, social y la creatividad, hoy más necesario que nunca”.
Otro de los grandes sectores que la pandemia del Covid-19 ha puesto en valor es el de la ciencia y la innovación. Durante el año 2020, la Fundación Botín mantuvo su apuesta firme y decidida por la transferencia tecnológica en el sector de las ciencias de la vida y la salud, un área en el que lleva más de 20 años trabajando. Para ello, a través de su programa Mind the Gap invirtió más de 1 millón de euros en empresas emergentes, cifra que asciende a 4,7 millones desde el inicio del programa. Actualmente tiene un porfolio de 10 compañías, habiéndose sumado a esta cifra las tres últimas en 2020. Estas compañías mantienen 84 puestos de trabajo, en su mayoría altamente cualificados; además, hay cuatro empresas que ya han llegado al mercado con 20 productos o servicios tecnológicos innovadores, y que facturaron 4,6 millones de euros en 2020.
“Este año hemos confirmado -y agudizado- la necesidad de invertir en biomedicina, algo que la Fundación Botín lleva más de 20 años haciendo. Seguiremos apostando por este ámbito y, más en concreto, por la creación de nuevas empresas que desarrollen productos o servicios basados en las investigaciones de nuestros científicos”, ha asegurado Sáenz de Miera, quien se ha mostrado convencido de que esta crisis, a pesar de la dureza de sus consecuencias, reforzará nuestra sociedad para contribuir al desarrollo de España y de Europa.
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